miércoles, noviembre 19, 2008

Nuestra Señora de Belén




26 de Noviembre es el dia de "La Patrona de Aragua"

Corría el año de 1709, bañaban los rayos del sol de noviembre en torrentes de luz los montes de Pipe, al norte del villorio, y al soplo continuo y halagüeño de una brisa refrigerante y embalsamada, ondulaban los ricos cañaverales del ubérrimo Valle del Aragua, donde las plantaciones de caña dulce, de añil y cerrados maizales habían sustituidos a lo tupidos bosques del siglo anterior.
El pueblo contaba entonces con solo humildes y pajizas chozas, regadas sin orden ni armonía en torno de la iglesia parroquial, cónsona esta, por la humildad de su aspecto interior, con la pobreza e indigencia de los vecinos. Su chata torre, cual dedo extendido, señalaba el cielo, recordando a todos su eterno destino; y el agudo tañer de su campana llamaba a los niños de ambos sexos a la doctrina que con celo y amor, les explicaba el Rvdo. Padre Fray Nicolás de la Torre. Era, en este venturoso año cacique de la comunidad indígena de San Mateo, Don Mateo de Oroguaypuro, u Oroguaypur, quien gozaba de gran prestigio entre sus coterráneos.
Distante una cuadra de la iglesia estaba situada la choza del indio Tomás José Purino, hombre sencillo y temeroso de Dios, de conducta recta y fama intachable, siendo notoria su pureza de costumbres y verdadera religiosidad; gozaba entre los suyos del aprecio a que siempre se hace acreedora la virtud con tal razón veíase investido con el cargo de fiscal de la Doctrina. Estaba unido en legítimo matrimonio con Inés Heredia, también india de vida arreglada, que compartía con él los mismos sentimientos y deseos.
En la mañana del 26 de Noviembre del ya citado año, salió Tomás José Purino al patio interior de su casa y diese a la faena de ajar un tronco de un árbol para el uso particular de su hogar. Apenas había iniciado su trabajo, cuando dirigiendo la vista a un punto del suelo, inmediato a él, observó con rara extrañeza una curiosa novedad: a medida que golpeaba el palo con el hacha, el suelo se movía, y se levantaba ligeramente la tierra. Con viva curiosidad observaba Purino este inesperado fenómeno, que su mujer atribuyó en un principio al vigor y fuerza con que golpeaba el madero, pero, prosiguiendo el indio su ruda faena, creció de pronto su extrañeza al observar que la tierra, levantándose hasta formar una pequeña prominencia, se iba abriendo dejando en su centro una como raja u hoyo. No conteniendo su emoción exclamó a grandes voces: "¡Inés, Inés, ven, corre!".
No sabiendo el motivo de esta alarmante llamada, acude presurosa la india y ambos esposos vieron como por la raja del centro de la prominencia de la tierra, que lentamente se había formado, salía, hasta quedarse parada encima, una diminuta imagen del tamaño de una moneda de un vellón (aproximadamente el tamaño de una moneda actual de 500,00 Bs.).
Indescriptible fue la emoción de Purino y de su mujer cuando, acercándose más, advirtieron que la imagen aparecida representaba a la Virgen y al parecer de plata con una media luna y a la derecha al Niño, posado sobre sus rodillas (Sin nubes, ni querubines). A una orden de su marido, trae Inés un pañito con el cual el indio, doblada la rodilla, coge la sagrada imagen y la coloca en un altar de su casa, en medio de luces y flores con que la adornaron los afortunados moradores de esta bendita mansión.
Divulgóse este prodigio por todo el pueblo, y la choza del indio se llenó de gente que acudía a contemplar a esta imagen y a oír el prodigioso relato de su providencial hallazgo. Quiso entonces el fervoroso Purino ofrecer a la Madre de Dios el espiritual obsequio del Smo. Rosario, que rezó en compañía de su madre María Micaela, de su mujer y de los muchos indios y demás gentes del pueblo que entonces llenaban su casa.
Permaneció la Imagen como trece o quince días en la casa del Indio, hasta que vencido por las repetidas veces que el Rvdo. Padre Fray Nicolás de la Torre, de la Orden de San Francisco de Asís, actual Cura del pueblo, le manifestaba que era necesario trasladar la Imagen al templo, hubo de convenir, pero en la condición de que había de ser suyo el altar y cuido del aseo y culto de la Señora, lo que se verifico y cumplió hasta su muerte.
La Traslación de la Imagen a la Iglesia Parroquial se hizo con la asistencia de todos los vecinos y se formo por los indios y españoles una marcha desde la casa de Purino hasta el Templo; llevándose a la Virgen con gran solemnidad, con cajas, chirimias, repiques y demostraciones de regocijo, hasta colocarla en el altar de la Pura y Limpia Concepción, en un tabernáculo con sus cortinas y bajo de llaves. Al día siguiente al que fue puesta la Imagen en la Iglesia Parroquial, al ir a cantar la Misa el Rvdo. Fray Nicolás de la Torre, al correr la cortina el bonacillo, se hallo y advirtió por todos los circunstantes allí congregados, el estar dorada la Santa Virgen por si misma; por lo que se repicaron las campanas y acudió mucha gente a ver aquella maravilla; siendo de menor atención el haberse manifestado las nubes y querubines, saliendo unas y otros de sobre la media luna; creciendo la milagrosa Imagen, a medida que va pasando el tiempo teniendo distintas cajas o relicarios, como lo dicen los testigos juramentados; pues según declaración de los testigos, el tamaño de la Imagen y su altura era como dedo y medio, a sus pies la media luna; y luego, en la Iglesia ha crecido como dos tercios mas.
Los Milagros de la Virgen de Belén son ya innumerables; los testigos juramentados narran diversos. Aseguran los testigos de la aparición de la Imagen de la Virgen; que "con la noticia y experiencias de los milagros concurrían muchas personas de todas partes a ver a Nuestra Señora; y para satisfacer su devoción.

Simón Bolívar y la virgen de Belén

Por los años de 1812, cuando la iglesia del pueblo se convirtió en ruinas por el espantoso terremoto, la santisima, medalla que representaba la imagen de Nuestra Señora de Belén, fue trasladada a la Hacienda Cantarrana, propiedad de Simón Bolívar, allí iba a mantener su altar provisional, resguardarla y venerarla. El 25 de marzo de 1814, Bolívar implora sobre los suyos, la protección de la Madre de Dios, bajo la advocación de Nuestra Señora de Belén, donde Ricaurte sacrificó su vida incendiando el arsenal de pólvora para que no cayera en las manos de los Realistas.
Otro Milagro aribuido a la excelsa Madre de Dios, la virgen de Belén, fue en el año 1918, cuando el pueblo de San Mateo fue azotado por una epidemia de gripe española, llegada a nuestro país por el puerto de la guaira, donde fue nombrado el Pbro. Luís Rafael Romero Sánchez, a través de un comunicado del presidente de Venezuela, Gral. Juan Vicente Gómez, como presidente de la junta de socorro municipal; fue entonces cuando la figura de Romero Sánchez se acresentara sobre el dolor de aquella gente e implora la protección de la virgen.

Coronación:

Arquidiocesana de la Virgen de Belén
Atendiendo a la solicitud del Pbro. Luis Rafael Romero, cura de San Mateo, y de otros párrocos y fieles de las comarcas del valle de Aragua, el Ilustrísimo Señor Arzobispo de Caracas, con fecha; 10 de noviembre de 1927, decretó la Coronación Arquidiocesana de la milagrosa imagen de Nuestra Señora de Belén.
Con el fin de preparar el grandioso acto de esta coronación, que fue fijada para el 25 de noviembre de 1928, se organizaron Juntas de damas y caballeros, los cuales con lujo de gala y buen gusto, prepararon los espléndidos festejos de los días 24, 25, 26, 27 y 28 de noviembre de 1928, días de gloria para San Mateo, en que la simpática población aragüeña vio congregarse en torno de su histórico templo a Venezuela toda. El representante del Papa, el episcopado y el primer magistrado de la República, el rico y el labriego, el artesano y el hombre de letras, todos a una se dieron cita a los pies de María para glorificar a la Madre meliflua de Cristo.
Ante una selecta y piadosa concurrencia de unas quince mil personas, y asistido por los Ilustrísimos señores Felipe Rincón González, Arzobispo de Caracas, Salvador Montes de Oca, Obispo de Valencia, Arturo Celestino Álvarez, de Calabozo, y Monseñor de Sanctis, Auditor de la Nunciatura, el Excelentísimo Señor Nuncio Apostólico en Venezuela, Ilustrísimo Sr. Fernando Cento, bendijo solemnemente la corona con la cual ciñó la venerada imagen, a los vibrantes acordes del Himno Nacional, que siguieron a los delirantes vítores de un pueblo entusiasmado, los atronadores acentos de disparos y cohetes y los prolongados repiqueteos de las campanas. Los bellos versos del himno de la coronación, cuya letra es de la inspirada lírica del poeta Fray Ángel Sáenz, y la música, del aventajado compositor Pedro A. Pino, terminaron el acto, con la suavidad de su ritmo y armonía.
Cuantos presenciaron las fiestas de la coronación guardan de ellas imperecedero recuerdo y es de esperar que el movimiento mariano que despertaron irá siempre en aumento, ya que con gusto sabemos que son muchos los fieles que visitan ahora la simpática Reina de los Valles del Aragua.

Canónica de la Virgen de Belén
Era entonces Obispo de Maracay, diócesis a la cual pertenece San Mateo, el Excmo. y Rvdmo. Sr. José Alí Lebrún, quien dio curso a la solicitud del Padre Gil y solicitó de la Santa Sede el favor de la Canónica Coronación. Su Santidad Juan XXIII, con fecha 13 de junio de 1962, dio el Breve concediendo la Canónica Coronación de la Virgen de Belén.
Obtenido este singular beneficio y distinción, los tres años y seis meses y pico que separaban la anterior fecha con la del 31 de enero de 1965, día de la coronación, fueron dedicados a los preparativos tanto lejanos como próximos, para el éxito de tan insólito como extraordinario acontecimiento.
Como poco después Monseñor José Alí Lebrún fuese promovido al Obispado de Valencia, la Santa Sede nombró para sustituirlo a Monseñor Feliciano González, quien se interesó vivamente en los preparativos de la Coronación.
Se acordó que un equipo de 25 misioneros darían unas misiones en todas las parroquias de la diócesis de Maracay, y se convino que al final de cada una la Virgen de Belén visitaría cada parroquia. Estas misiones y visitas de la Virgen Peregrina fueron en todas partes motivo de extraordinaria renovación espiritual y de grandes concentraciones de fieles.
El domingo 31 de enero de 1965 fue el día señalado para el acto solemne de la Coronación en el estadio Fermín Landaeta, donde se dieron cita una inmensa multitud de fieles, calculada en 30.000 personas, con asistencia de 13 prelados, presididos por el Eminentísimo Cardenal José Humberto Quintero, Arzobispo de Caracas y Monseñor Luis Dadaglio, Nuncio Apostólico de Su Santidad, y la presencia del Doctor Escovar Salom, Ministro de Justicia y delegado especial del Dr. Raúl Leoni, Presidente de la República.
Innumerables personalidades estatales y religiosas realzaban este grandioso acontecimiento. La coronación de la Milagrosa Imagen de la Virgen de Belén, por la tarde del ya citado día, fue un suceso que sobrepasó las previsiones que habían predicho y que sería largo describir en todos sus detalles.
Dio principio al acto el señor Nuncio con la lectura de un mensaje de Su Santidad Pablo VI y, seguidamente, Monseñor Feliciano González leyó el Breve de Su Santidad Juan XXIII, en el cual decretó la Coronación Canónica de la Sagrada Imagen. Fue entonces cuando los altavoces anunciaron: «Su Eminencia el Cardenal José Humberto Quintero, ayudado del Excelentísimo Señor Obispo diocesano Monseñor Feliciano González, toma la Corona de oro y piedras preciosas y corona la Sagrada Imagen de la Virgen de Belén con la siguiente oración: "Como eres coronada por mis manos en la tierra, quiero que por tu poderosa intercesión todos los aquí presentes, y nuestros hermanos ausentes seamos coronados en los cielos por tu Hijo Jesucristo. Amén"
Fue entonces cuando la inmensa multitud sacó sus pañuelos y agitándolos conmovida, reventó en atronadores vivas a la Virgen de Belén, ¡Vivas al Papa!, ¡Vivas a Cristo Rey!, ¡Vivas a la Virgen de Belén, Reina de Aragua!.
Las bandas de música lanzaron al aire los acordes de los Himnos Nacional y el de la Coronación, mientras los aviones de las Fuerzas Armadas volaban en escuadrillas compactas sobre el campo de la coronación, arrojando flores y octavillas blancas y azules, en las que se leía: «Virgen de Belén, salva a Venezuela, Bendice a Venezuela, Bienaventurada te llamarán todas las generaciones. Dios te salve la llena de Gracia.»
La meliflua voz de Monseñor Lizardi cantó las glorias de aquella sin par jornada mariana y el grandilocuente discurso del Ministro de Justicia, Dr. Ramón Escovar Salom, merece ser aquí reproducido en toda su integridad: «Eminencia Reverendísima Cardenal Quintero, Excmo. Sr. Obispo de Maracay, Sres. Arzobispos y Obispos. Excmo. Sr. Nuncio, Señores representantes de las autoridades civiles, militares, legislativas y municipales aquí presentes, Sras. Sres.: «Como Ministro de Justicia, como católico y como venezolano, me siento profundamente honrado y profundamente conmovido de estar aquí, en el seno de esta vibrante comunidad cristiana de Aragua: exaltando la gloria, la protección y la inspiración de la Virgen de Belén, Patrona de los venezolanos, porque patrona de cualquier parte de esta tierra, es Patrona entera de toda la tierra de Venezuela, que es una sola unidad espiritual. He venido con mi esposa y uno de mis hijos, con un símbolo: el de las uvas y el de las espigas, como ofrecimiento, como viejo ofrecimiento de lo que ha sido a lo largo de la historia del cristianismo el símbolo de confianza en las cosas que son Obra de Dios; porque son hechuras del mundo, pero que, por eso son obras de lo divino, que es lo permanente y fundamental del destino del hombre sobre la tierra. He venido no al cumplimiento de un deber de protocolo ministerial, sino en nombre del Presidente de la República, a testimoniarles a su Excelencia el Sr. Obispo de Maracay, a las autoridades eclesiásticas, a todas las autoridades y dirigentes de esta localidad y a todo el pueblo de Aragua, que bajo la gloria de la Virgen de Belén nos congregamos cristianamente, porque la Virgen es símbolo de la unidad espiritual de la Iglesia, la Virgen Madre de la Iglesia es a la vez un símbolo de la unidad de un pueblo, del destino de un pueblo, de la fuerza de un pueblo. Con estas palabras presento mi saludo emocionado, venezolano y cristiano a la Virgen de Belén, en esta tarde gloriosa de Aragua, recuerdo de viejas glorias de la historia de Venezuela.

El 26 de noviembre de 2004 fue nombrada por el Gobernador Didalco Bolívar, como cuarto símbolo del Estado Aragua.

El 26 de noviembre del 2007 Msñr. Reinaldo del Prette dio inicio al Trienio Jubilar en el Estado Aragua ante las proximidad de celebrarse los 300 años de la Aparición de la Virgen María bajo la advocación de “Nuestra señora de Belén” en tierras Aragüeñas. Este Trienio será hasta el año 2009, con motivo a estas celebraciones se realizaron actividades como: Agentes Multiplicadores y Propagadores de Nuestra Señora de Belén en todo el estado para que cada Aragüeño conociera a su patrona; Cursos Bíblicos elementales para que también fuesen dados a toda la feligresía de Aragua; La Entronización de la imagen de Nuestra Señora de Belén en todas las iglesia del Estado Aragua; y la Legión de María también aprovecho y realizo una peregrinación hacia el santuario en San Mateo, así entre otras actividades. Por eso con júbilo Los Aragüeños esperamos con ansias celebrar los 300 años de la Manifestación de la virgen María en nuestras tierras.







Forma como aparecio la Virgen de Belén





1709-2009
300 años acompañando al pueblo Aragüeño.

(fuente de información de publicaciones sobre su historia)









La Medalla Milagrosa


27 de Noviembre

En el año 1830, en la Casa Madre de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, en París, Francia, la Santísima Virgen se apareció en tres oportunidades a una humilde y piadosa novicia, Sor Catalina Labouré. En las tres oportunidades, Catalina vio a la Santísima Virgen, recibió mensajes y fue tratada con amorosa y maternal atención.
PRIMERA APARICIÓN: Relató la vidente de la Santísima Virgen a su confesor que hacia las 11:30 horas de la noche del 18 de julio, oyó que alguien la llamaba por su nombre: "Sor Labouré, Sor Labouré ven a la capilla. Allí te espera la Santísima Virgen"
Quien la llamaba era un niño pequeño y él mismo la condujo hasta la capilla.
Catalina se puso a rezar y después de oír un ruido semejante al roce de un vestido de seda, vio a la Santísima Virgen sentada al lado del Altar. Catalina fue hacia Ella, cayó de rodillas apoyando sus manos en las rodillas de la Santísima Virgen y oyó una voz que le dijo: "Hija mía, Dios quiere encomendarte una misión... tendrás que sufrir, pero lo soportarás porque lo que vas a hacer será para Gloria de Dios. Serás contradecida, pero tendrás gracias. No temas".
La Santísima Virgen señaló al pie del Altar y recomendó a Catalina acudir allí en los momentos de pena a desahogar su corazón pues allí, dijo, serán derramadas las gracias que grandes y chicos pidan con confianza y sencillez.
SEGUNDA APARICIÓN: Esta es la aparición en que la Santísima Virgen comunica a Su vidente el mensaje que quiere transmitir. Esta aparición tiene tres momentos distintos:
Dijo Catalina a su confesor que a la hora de la oración hacia las 5:30 de la tarde del 27 de Noviembre, oyó nuevamente el ruido semejante al roce de la seda y vio a la Santísima Virgen.
Primer momento (La Virgen del globo): La Santísima Virgen estaba en pie, sobre la mitad de un globo aplastando con sus pies a una serpiente. Tenía un vestido cerrado de seda aurora, mangas lisas; un velo blanco le cubría la cabeza y le caía por ambos lados. En sus manos, a la altura del pecho, sostenía un globo con una pequeña cruz en su parte superior. La Santísima Virgen ofrecía ese globo al Señor, con tono suplicante. Sus dedos tenían anillos con piedras, algunas de las cuales despedían luz y otras no. La Santísima Virgen bajó la mirada. Y Catalina oyó: "Este globo que ves, representa al mundo y a cada uno en particular. Los rayos de luz son el símbolo de las gracias que obtengo para quienes me las piden. Las piedras que no arrojan rayos, son las gracias que dejan de pedirme": El globo desapareció.
Segundo momento (Anverso de la medalla): Cuando el globo desapareció, las manos de la Santísima Virgen se extendieron resplandecientes de luz hacia la tierra, los haces de luz, no dejaban ver sus pies. Se formó un cuadro ovalado alrededor de la Santísima Virgen y en semicírculo, comenzando a la altura de la mano derecha, pasando sobre la cabeza de la Santísima Virgen y terminando a la altura de la mano izquierda, se leía:
"OH MARÍA SIN PECADO CONCEBIDA, RUEGA POR NOSOTROS, QUE RECURRIMOS A TI"
Catalina oyó una voz que le dijo: "Haz acuñar una medalla según este modelo, las personas que la lleven en el cuello recibirán grandes gracias: las gracias serán abundantes para las personas que la llevaren con confianza".
Tercer momento (El reverso de la Medalla): El cuadro se dio vuelta mostrando la letra M, coronada con una cruz apoyada sobre una barra y debajo de la letra M, los Sagrados Corazones de Jesús y de María, que Catalina distinguió porque uno estaba coronado de espinas y el otro traspasado por una espada. Alrededor del monograma había doce estrellas.
TERCERA APARICIÓN: En el curso del mes de diciembre del mismo año, Catalina fue favorecida con una nueva aparición, similar a la del 27 de Noviembre.
También durante la oración de la tarde. Catalina recibió nuevamente la orden dada por la Santísima Virgen de hacer acuñar una medalla, según el modelo que se le había mostrado el 27 de Noviembre, y que se le mostró nuevamente en esta aparición. Quiso la Santísima Virgen que su vidente tuviera muy claros los simbolismos de su aparición, por eso insistió de una manera especial que el globo que ella tiene en sus manos, representa al mundo entero y cada persona en particular; en que los rayos de luz que arrojan las piedras de sus anillos, son las gracias que Ella consigue para las personas que se las piden, que las piedras que no arrojan rayos, son las gracias que dejan de pedirle; que el Altar es el lugar a donde deben recurrir grandes y chicos, con confianza y sencillez, a desahogar sus penas.
Después de vencer Catalina todos los obstáculos y contradicciones que le había anunciado la Santísima Virgen, en el año 1832, las autoridades eclesiásticas aprobaron la acuñación de la medalla. Una vez acuñada, se difundió rápidamente.
Fueron tantos y tan abundantes los milagros obtenidos a través de ella, que se la llamó, la MEDALLA que cura, la MEDALLA que salva, la MEDALLA que obra milagros, y finalmente la MEDALLA MILAGROSA.

SÚPLICA A LA MEDALLA MILAGROSA
Se reza a las 5 de la tarde del 27 de Noviembre, Fiesta de la Medalla Milagrosa, y en las necesidades urgentes, cualquier día, a esa hora.Oh Virgen Inmaculada, sabemos que siempre y en todas partes estás dispuesta a escuchar las oraciones de tus hijos desterrados en este valle de lágrimas, pero sabemos también, que tienes días y horas en los que te complaces en esparcir más abundantemente los tesoros de tus gracias. Y bien, oh María, henos aquí postrados delante de Ti, justamente en este día y hora bendita, por Ti elegida para la manifestación de tu Medalla. Venimos a Ti, llenos de inmensa gratitud y de ilimitada confianza en esta hora por Ti tan querida, para agradecerte el gran don que nos has hecho dándonos tu imagen, a fin que sea para nosotros testimonio de afecto y prenda de protección. Te prometemos, que según tu deseo, la santa Medalla será el signo de tu presencia junto a nosotros, será nuestro libro en el cual aprenderemos a conocer, según tu consejo, cuánto nos has amado, y lo que debemos hacer para que no sean inútiles tantos sacrificios tuyos y de Tu Divino Hijo. Sí, Tu Corazón traspasado, representado en la Medalla, se apoyará siempre sobre el nuestro y lo hará palpitar al unísono con el tuyo. Lo encenderá de amor a Jesús y lo fortificará para llevar cada día la cruz detrás de Él.
Ésta es tu hora, oh María, la hora de tu bondad inagotable, de tu misericordia triunfante, la hora en la cual hiciste brotar, por medio de tu Medalla, aquel torrente de gracias y de prodigios que inundó la tierra. Haz, oh Madre, que esta hora que te recuerda la dulce conmoción de Tu Corazón, que te movió a venirnos a visitar y a traernos el remedio de tantos males, haz que esta hora sea también nuestra hora, la hora de nuestra sincera conversión, y la hora en que sean escuchados plenamente nuestros votos.
Tú, que has prometido justamente en esta hora afortunada, que grandes serían las gracias para quienes las pidiesen con confianza: vuelve benigna tu mirada a nuestras súplicas.
Nosotros te confesamos no merecer tus gracias, pero, a quién recurriremos oh María, sino a Ti, que eres nuestra Madre, en cuyas manos Dios ha puesto todas sus gracias? Ten entonces piedad de nosotros. Te lo pedimos por tu Inmaculada Concepción, y por el amor que te movió a darnos tu preciosa Medalla. Oh Consoladora de los afligidos, que ya te enterneciste por nuestras miserias, mira los males que nos oprimen.
Haz que tu Medalla derrame sobre nosotros y sobre todos nuestros seres queridos tus benéficos rayos: cure a nuestros enfermos, dé la paz a nuestras familias, nos libre de todo peligro. Lleve tu Medalla alivio al que sufre, consuelo al que llora, luz y fuerza a todos. Especialmente te pedimos por la conversión de los pecadores, particularmente de aquéllos que nos son más queridos. Recuerda que por ellos has sufrido, has rogado y has llorado. Sálvanos, oh Refugio de los pecadores, a fin de que después de haberte todos amado, invocado y servido en la tierra, podamos ir a agradecerte y alabarte eternamente en el Cielo. Amén

sábado, noviembre 15, 2008

LEGIÓN de MARÍA

¿Qué es la Legión de María?

Es una asociación de católicos destinados a la conquista del mundo por medio de la Virgen María. Fue fundada por un laico, Frank Duff, en Dublín, Irlanda, el 7 de septiembre de 1921. Estamos presente en los cinco(5) continentes, tanto en países cristianos como en tierras de misión.

¿Cómo estamos formados?

Nos conformamos por grupos bases parroquiales, al que se le denominan PRAESIDIUM,formados por hombres, mujeres, jóvenes y niños, a los que participan en los grupos se les llaman socios activos. Cada miembro activo debe:

  1. Asistir semanalmente a la junta de su praesidium.

  2. Realizar semanalmente un trabajo concreto, acompañado por otro compañero, durante dos(2) horas semanales para adultos y una(1) hora para el joven a la semana.

  3. Rezar diariamente el Magníficat de la Virgen María. (cf. Lc 1,46-55)

  4. Mantener en secreto los asuntos que se puedan conocer durante el ejercicio de su apostolado.

Nuestros Trabajos

  1. Visitas domiciliarias a toda clase se personas con cualquier tipo de necesidad.

  2. Cataquésis a todos los niveles y círculos de estudio sobre problemas actuales.

  3. Visitas a centros asistenciales como: Hospitales, Cárceles, Hogar de menores, Asilos, entre otros. (para los jóvenes solo se le permiten visitas a hospitales de niños y a hogares de menores)

  4. Atención a marginados: Prostitución, Derogación, etc. (este trabajo no es permitido a los jóvenes)

  5. Participación en organismos diocesanos y parroquiales.

  6. Difusión de prensa católica, librería ambulante, etc.

  7. Relaciones ecuménicas con nuestros hermanos separados.

  8. Clases de cultura y manualidades, campañas de alfabetización y promoción humana en general.

  9. Fomento de asociaciones y clubes juveniles. Entre otros trabajos mas.

Reseña Histórica de la Legión de María

Todo comienza en humildad; no fue una propuesta dada por alguien; tampoco se pensó en ella, fue algo espontáneo su surgir, la Virgen María esperaba a aquellas personas que se iban a reunir por su llamado e iluminación y guia del Espíritu Santo; un complot entre los esposos para salvar almas de una manera tan hermosa a este mundo y llevarlos hacia el señor. Personas que venían de trabajar se reunieron, Frank Duff (fundador) llevo a aquel grupo de jóvenes. En una mesa colocaron un lienzo blanco encima del mantel la imagen de la Inmaculada Concepción (medalla milagrosa), dos candelabros con velas encendidas y dos floreros, quedando así estampado la representación de la Legión de María, luego invocaron al Espíritu Santo y comenzaron a desgranaron las cuentas de la oración vocal más piadosa, el Santo Rosario, luego al termino de las jaculatorias, se sentaron y pensaron como debía ser la mejor forma para agradar a dios y hacerle amar en todo el mundo; ninguno se imagino que allí quedaría fundada lo que es hoy una de las mejores fuerzas de este mundo tan golpeado y quebrantado.Todo esto ocurrió en Myra House, Francis Street, Dublín, Irlanda, a las 8:00 pm el 7 de Septiembre de 1921; vísperas de la fiesta del nacimiento de nuestra madre, ese día quedo marcado pues ella quiso que fuesen estos los primeros aromas que impregnaran su nacimiento y no los últimos. Por un tiempo se llamo "Asociación de Nuestra Señora de la Misericordia"; ellos se han organizado a modo de ejercito, tomando como modelo particular la Legión de la antigua Roma. Así pues la este nuevo movimiento ha hecho suya la terminología de la legión romana, haciéndose llamar "LEGIÓN de MARÍA", pero, a diferencia de esta, ni sus huestes ni sus armas son de este mundo.